De allí mi llamado a proseguir la agenda eleccionaria con la misma alegría mostrada hasta ahora, pero teniendo en cuenta la suprema importancia que tienen las decisiones venideras. Basta asumirlas, ejerciendo plenamente la conciencia crítica y alimentando continuamente el fervor patrio.
Tengo plena confianza en las bases del PSUV y estoy absolutamente resteado con ellas: sé que van a elegir a los mejores cuadros por su solidez ideológica, su madurez política y su compromiso con el pueblo.
No puedo olvidar la fecha de publicación de estas líneas: 14 de marzo. Se cumplen 127 años de la desaparición física en Londres de aquel gigante del pensamiento crítico y transformador que se llamó Carlos Marx. Hoy quiero reivindicar la viva memoria del gran profeta de la cuestión social y de la voz mayor de la tradición anticapitalista de los oprimidos: reivindicar su herencia antidogmática y antisectaria. Quiero parafrasear el final de un poema memorable que le dedicara a Marx el poeta peruano Antonio Cisneros: estamos en deuda contigo, viejo aguafiestas. Seguiremos permanentemente en deuda contigo.
Con Marx, con Cristo, con Bolívar, decimos:
¡Patria socialista o muerte!
¡Venceremos!
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