La inequidad en la redistribución de la riqueza nacional ubica hoy a Reino Unido entre los países más desiguales del mundo y con uno de los de menor movilidad social generacional entre las naciones industrializadas.Tras 13 años en el poder de manera ininterrumpida, el gobierno laborista, encabezado ahora por el primer ministro Gordon Brown, no ha podido eliminar las trazas de las desigualdades sociales y la pobreza que afecta entre el 15 y 20 por ciento de la población británica, según organismos internacionales y encuestas especializadas.
Con el impacto de la recesión en el país europeo, en 2008 unas 300 mil personas más se sumaron al ejército de pobres, estimados en unos 13 millones de británicos, 20 por ciento de la población total, según la organización no gubernamental Oxfam.La pobreza infantil es otro de los peores rostros que queda oculto tras las estadísticas sobre supuestos progresos del bienestar general en el rico e industrializado país. Los niños de familias de escasos recursos aumentaron en 100 mil nuevos casos en 2008.
Con las estadísticas a la vista y un visible retroceso en las metas del Milenio para eliminar la pobreza, en la sociedad civil británica cada vez son más las voces que se levantan en pos de cambios en el sistema de redistribución de las riquezas.
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