Una mujer de 35 años fue golpeada, esposada y detenida delante de su niño de dos años de edad en Atenas, Grecia, durante una de las manifestaciones de protestas. Cuando fue a agarrar el coche donde estaba su·bebé, la agarraron, la empujaron al piso, la patearon y golpearon creyendo que se resistía al arresto. La desafortunada madre fue esposada y llevada con su niño a la estación de policía.
En Italia ha habido numerosas denuncias de actividades represivas por parte de las autoridades, como ocurrió al sur del país, en Rosarno, donde a principios de año trabajadores migrantes fueron víctimas de violencia y ataques racistas, y en el marco de su campaña "Por un derecho de fiscalización de los lugares de encierro".
Recientemente en Alemania, organizaciones progresistas en la ciudad de Dresden se opusieron a manifestaciones de activistas neonazistas. La policía no detuvo a los fascistas, sino que empezó a ejercer presión sobre los antifascistas para que abortaran los trayectos.
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